Un logotipo marca estilo, nos recuerda nuestra identidad, quiénes somos, qué queremos llegar a ser. Los chamis queremos ser personas que viven el estilo de vida de Jesús, alguien que se entregó y se entrega por cada uno de nosotros hasta dar su vida en la cruz. Nosotros queremos entregarnos como Él porque estamos convencidos de que sólo así viviremos plenos, llenos.
Pero la cruz que corta esa «M» de María quiere mostrarnos también un cruce de caminos, un momento de tu historia y de la mía que se cruzan, que se unen durante un tiempo para compartir experiencias, alegrías, tristezas… ¡Qué suerte cruzarme contigo en la vida! Eres un regalo para mí; ¡no lo dudes!
Y en Chamis lo queremos hacer como María, con María, a su estilo. Y es que los de Chamis, tal y como nos soñó nuestro fundador, el Padre Chaminade, somos los misioneros de María: sus hijos, que quieren llevar Jesús a todos los hombres y mujeres de hoy. Y ello en continuo movimiento, adaptándonos al ritmo cambiante de nuestro mundo.
El camino es largo. Nos quedan muchos Pirineos, Caminos de Santiago, Pascuas Juveniles o encuentros en Salinas. Seguimos caminando: ahí está nuestra huella, ésa que marca el corazón, que deja marca en nuestras vidas, una marca que difícilmente olvidaremos. ¡Verás cómo lo recuerdas con el paso del tiempo! Y es que en Chamis no queremos quedarnos en lo superficial, sino llegar a tu corazón (mira esa «A» tan especial), en donde se juega lo más importante… en el tuyo y en el mío.
Ojalá vivamos todo lo que el logo nos invita a soñar. Ojalá viviendo como Jesús llenemos nuestro corazón de vida y dejemos huella auténtica y transparente allá por donde vayamos. Que los que nos vean digan que, por donde pasó un chami… ¡el mundo, hoy, sonríe un poco más!
Hugo SM